Su origen se remonta a la época medieval, aunque ha experimentado importantes transformaciones a lo largo de los siglos, especialmente en el siglo XVIII, que le han otorgado su aspecto actual.
La fachada principal presenta una sencilla portada labrada en 1875 por los hermanos Torres, canteros de Estepa. Consta de un solo cuerpo con arco de medio punto entre pilastras toscanas, que sustentan un entablamento recto, culminado por dos pirámides de bolas y óvalos que llevan el anagrama de María con corona. Está rematada por una escultura en piedra del Sagrado Corazón de Jesús.
En el interior, destaca la Capilla Dorada, que desde 1840 alberga la Archicofradía del Santísimo Sacramento y Sagrado Corazón de Jesús. Preside la capilla un retablo barroco atribuido al círculo del antequerano Bernardo Simón de Pineda del siglo XVII, con un sagrario de plata realizado por el malagueño José Navas Parejo en 1926. En la hornacina central se encuentra una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, obra del valenciano Damián Pastor y Micó de 1890. Además, la capilla conserva una cripta con enterramientos de los condes de Casa Padilla y familiares, así como parte de la sillería del antiguo convento de clarisas de las Coronadas de Aguilar de la Frontera.
Otra capilla relevante es la de Ánimas, levantada por la cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio, donde daba culto a su titular San Miguel Arcángel, obra del escultor lucentino Pedro de Mena y Gutiérrez en 1764. El retablo principal lo ocupan actualmente los titulares de la cofradía del Santo Sepulcro: el Cristo Yacente, escultura de Andrés Fernández de 1622, y la Virgen de las Lágrimas, obra del sevillano Manuel Pineda Calderón de 1962. En los laterales se encuentran imágenes de Santa Ana, San Juan Evangelista, Nuestra Señora de la O, Nuestra Señora del Carmen y San Blas, atribuidas a diversos artistas de los siglos XVIII y XIX.
En el crucero del evangelio, destaca el retablo barroco de Nuestra Señora del Rosario, atribuido a Francisco Dionisio de Ribas hacia 1680, que actualmente alberga el grupo escultórico de la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, realizado por el valenciano Enrique Bellido Miquel en 1925. En el retablo del Apostolado de la Oración se encuentran las imágenes de San José, obra de Damián Pastor y Micó de 1891, y San Ignacio de Loyola, del barcelonés Joan Flotats Llucià de 1886.
Entre otras obras destacables se encuentra el tabernáculo exento del altar mayor, concebido como un templete abierto de madera y estilo neoclásico, realizado en Sevilla por Manuel Gómez en 1875. En el espacio central se encuentra una talla de Nuestra Señora de la Purificación del siglo XVIII, atribuida a Pedro Duque Cornejo. La parroquia también posee una destacada colección de orfebrería, sobresaliendo la Custodia del Corpus de estilo plateresco de 1563, que la Archicofradía del Santísimo Sacramento procesiona cada año en la festividad del Corpus Christi