El Dolmen de la Sierrezuela es una estructura funeraria que data del periodo Neolítico, entre el tercer y cuarto milenio antes de Cristo. Consiste en una cámara sepulcral de planta rectangular, construida con grandes losas de piedra dispuestas en posición vertical y cubiertas por una losa horizontal, que formaba el techo de la cámara. La entrada al dolmen estaba marcada por una serie de ortostatos que delimitaban el acceso a la cámara sepulcral.
Historia y descubrimiento:
El Dolmen de la Sierrezuela fue descubierto en la década de 1980 durante trabajos agrícolas en la zona. Tras su descubrimiento, se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas que permitieron documentar y estudiar el monumento, así como recuperar numerosos objetos y restos humanos asociados con el dolmen. Estos hallazgos arqueológicos han proporcionado valiosa información sobre las prácticas funerarias y la vida de las comunidades prehistóricas que habitaron la región.
Significado y función:
El Dolmen de la Sierrezuela habría sido utilizado como lugar de enterramiento para las comunidades neolíticas que habitaban la región. Se cree que la cámara sepulcral habría albergado los restos mortales de individuos importantes o de líderes comunitarios, así como ofrendas y objetos funerarios que acompañaban a los difuntos en su viaje al más allá. La construcción de dolmenes como el de la Sierrezuela refleja la importancia de los rituales funerarios en las creencias y prácticas de las sociedades prehistóricas, así como su habilidad para trabajar la piedra y construir estructuras monumentales.
Conservación y protección:
El Dolmen de la Sierrezuela está protegido como Bien de Interés Cultural y forma parte del patrimonio arqueológico de la región de Andalucía. Se han llevado a cabo trabajos de conservación y restauración para preservar el monumento y garantizar su integridad para las futuras generaciones. Además, el dolmen es un importante destino turístico y lugar de interés para visitantes interesados en la arqueología y la historia prehistórica de la región.
En resumen, el Dolmen de la Sierrezuela en Posadas es un monumento megalítico fascinante que ofrece una ventana al pasado prehistórico de la región. Su construcción y significado proporcionan valiosa información sobre las prácticas funerarias y la vida de las comunidades neolíticas que habitaron la zona, y su conservación y protección son fundamentales para preservar este importante patrimonio arqueológico para las generaciones futuras.