El museo se abastece de la Fuente Romana, ubicada justo a su derecha, un manantial que ha nutrido a generaciones y que sigue siendo una pieza central en el paisaje local. La fuente, con su arquitectura clásica y su flujo constante de agua fresca, añade un toque de autenticidad y serenidad al entorno, recordándonos la importancia de este recurso natural a lo largo de los siglos.
Al entrar al Museo del Agua, serás recibido por una atmósfera que combina la sencillez rústica del antiguo lavadero con exposiciones cuidadosamente diseñadas. Estas exhibiciones te guiarán a través de la historia del uso del agua en la región, desde los tiempos romanos hasta la actualidad. Podrás ver herramientas y utensilios antiguos que ilustran cómo se gestionaba y utilizaba el agua en diversas actividades domésticas y agrícolas.
Cada rincón del museo ofrece una nueva perspectiva sobre el papel crucial del agua en la vida de los habitantes. Los paneles informativos y las instalaciones interactivas te permitirán comprender cómo la gente del pasado resolvía los desafíos relacionados con el abastecimiento y el saneamiento del agua. También aprenderás sobre las técnicas tradicionales de recolección y almacenamiento de agua, muchas de las cuales siguen siendo relevantes hoy en día.
El "viejo pilancón" en sí mismo es una pieza central del museo. Este lavadero, donde las mujeres del pueblo se reunían para lavar la ropa y compartir historias, ahora sirve como un recordatorio tangible de la vida comunitaria y de las costumbres que han perdurado a lo largo del tiempo. El sonido del agua que fluye y el eco de las voces que alguna vez llenaron el espacio te transportarán a una época en la que la cooperación y el trabajo conjunto eran esenciales para la supervivencia diaria.
El Museo del Agua no solo es un lugar para aprender, sino también para reflexionar sobre la importancia de preservar nuestros recursos naturales. La fuente que lo alimenta y el entorno natural circundante invitan a los visitantes a valorar y proteger el agua, reconociéndola como un elemento vital que conecta el pasado con el presente y el futuro.