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Ermitas de Lanjarón

Ermita de la virgen del Pilar

Se trata una pequeña ermita de planta rectangular que se remata con cubierta de tejado a dos aguas. Presenta una portada en forma de arco de medio punto y puerta de chapa metálica, ante la cual se extiende un sucinto porche con zócalo de terrazo y pérgola hecha con tubos de hierro.

No datada. Se conoce su existencia al menos desde principios de siglo. Colocada a la entrada del pueblo quizás como imagen protectora de este, al igual que ocurre en el paso del barranco de Tablate, (fuera del término de Lanjarón), considerado como acceso natural de la Alpujarra y donde también encontramos otra pequeña ermita, en su caso bajo la advocación de la Virgen de las Angustias.

Ermita de San Isidro

Es una ermita grande, de planta rectangular y cubierta con tejado a dos aguas. En su portada las dos falsas pilastras a modo de molduras enmarcan una puerta adintelada y con montante en forma de arco de medio punto. Sobre ese cuerpo se eleva una esbelta espadaña en forma de “S”, que alberga en su interior un frontón con pequeña cartela en la que se lee el nombre de la ermita, y coronando el paramento un pequeño campanillo. Todo el conjunto está encalado y con las molduras en color crema. En su interior hay dispuestos bancos frente a un altar mayor, con pequeña sacristía incluida. Destaca la talla de San Roque.

Su construcción se data ya bien entrado el siglo XX, al parecer mantenida por la Hermandad de Labradores. Es reflejo de la religiosidad popular de antaño y que aún hoy se mantiene de algún modo, expresada en forma de la romería que se celebra el día 15 de Mayo.

Ermita de San Roque

Está construida sensiblemente por encima del nivel de la calle, con lo cual deja un espacio a modo de porche a su entrada, que es aprovechado como pequeño parterre, y que conforma en su parte baja unos poyos a modo de bancos, decorados con azulejos. Se trata de una ermita de planta rectangular y cubierta de tejado a dos aguas, aunque este no se aprecia desde la calle. En su fachada domina la portada con el gran vano de medio punto, recercado con moldura. Sobre esta queda rematada con una especie de espadaña de ladrillo que acoge en su interior un pequeño campanillo. Contrasta el encalado de la fachada con el ladrillo de la espadaña, que además se ve adornada con piñas de remate, así como de una pequeña cruz de forja coronando este cuerpo. En su interior hay un interesante retablo y se conservan imágenes que procesionan en Semana Santa.

Parece ser que la construcción primitiva se remonta, al igual que la gemela ermita de San Sebastián a finales del siglo XVI, o a principios del XVII. San Roque es junto a San Vicente Ferrer, copatrono de Lanjarón. Es, con San Sebastián muy venerado desde antaño en el pueblo, quizás y sobre todo a raíz de catástrofes tales como epidemias, o del terrible terremoto de finales del siglo XIX.

Ermita de San Sebastián

Se trata de una ermita de planta rectangular y con una dependencia menor adosada en su costado izquierdo. Ambas se cubren con tejado a dos vertientes y el cuerpo principal evidencia en su fachada un pequeño resalte central. Presenta dos puertas de madera enmarcadas por vanos de medio punto. Otro diminuto vano abierto en el paño de la fachada principal acoge a un pequeño campanillo. Está encalada en su totalidad, excepto en su parte inferior donde aparece el contraste de un zócalo pintado en marrón. En el interior existen algunos bancos y el testero plano del fondo acoge un pequeño retablo y Altar Mayor sobre el que se dispone la figura tallada de San Sebastián.

Tanto de la ermita como de la cofradía de San Sebastián hay noticias seguras en torno a 1669. Por lo tanto, sería posible fechar la primitiva a finales del siglo XVI o principios del XVII. Bajo la advocación de San Sebastián, patrón del pueblo, al igual que de otros muchos municipios vecinos liberados por la intervención de los Reyes Católicos, los cuales sentían gran devoción por el santo guerrero. Sin embargo, en este caso su patrocinio no fue reconocido hasta 1804 desde la Santa Sede, momento aprovechado para construir la ermita actual, más grande que la primitiva. También de esta fue restaurada su cubierta allá por los años 80.

Relacionado con la tradicional devoción que se le tiene al santo patrón desde la reconquista. Cobija a la imagen de San Sebastián cuya en otro tiempo numerosa Hermandad le saca en procesión el 20 de enero.

Ermita del Tajo de la Cruz

Se trata de una ermita encalada de planta rectangular y tejado a dos aguas sin más vanos que el de la puerta de entrada, al medio punto, y unas pequeñas ventanas laterales cuadradas. Tiene una amplia portada frente a su fachada que se encuentra enlosada con terrazo y rodeada perimetralmente por poyos corridos de obra, en uno de cuyos ángulos se haya clavada una cruz de madera. Aparece además otra cruz también en madera, pero más antigua adosada al hastial de la fachada lateral que mira al pueblo. En su interior hay una especie de pequeño altar, en el que se celebra misa en el día de la Cruz.

La ermita aparece, tras la ubicación allí de la cruz primitiva exenta, que hacia finales del siglo XVIII, principios del XIX se colocó según se cuenta, para alentar la presencia de supuestas prácticas de brujería celebradas en el vecino “tajo Colorado”. Más tarde, en 1895 la cruz fue sustituida por otra nueva, (quizás que ocupa hoy la fachada lateral, aunque no está confirmado)), a la vez que se construía la ermita por mano de don José Lozano Píñar. Cuenta en su libro Gutiérrez Padial, que este vecino del pueblo estando de cacería por el paraje, creyó ver sangrar a la cruz tras disparar a un ave posada sobre la misma. Desde entonces la ermita ha sufrido algunos retoques de mantenimiento, como el de 1921 incorporándole el porche y una pequeña sacristía. Todos los años se viene celebrando la tradicional romería con desigual seguimiento, en el día de la Cruz, (2 de Mayo), y la velada la noche antes.

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Niños (3-7años)

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-2 años

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C/ Nombre de la calle nº0 0000, Población, Ciudad

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lanjaron