Con una mezcla ecléctica de neobizantino, neorrománico, neogótico y neomudéjar, el Castillo de Colomares es una joya única que refleja la rica historia y cultura de España. Construido con ladrillo, piedra y cemento, el edificio también cuenta con impresionantes vidrieras en su interior, que añaden un toque de belleza y color al conjunto.
El monumento está lleno de simbolismo, representando elementos de las tres culturas presentes en la España medieval: cristianismo, judaísmo e islamismo. Además, rinde homenaje a los Reyes Católicos y a las personas que acompañaron a Colón en su primer viaje, incluidos Diego Arana y Vicente Yáñez.
Una de las características más llamativas del Castillo de Colomares es su planta de 1.500 metros cuadrados, lo que lo convierte en el mayor monumento dedicado a Cristóbal Colón. En su interior, se encuentra una pequeña capilla de solo 1,96 metros cuadrados, dedicada a Santa Isabel de Hungría. Esta capilla, que figura en el Libro Guinness de los récords como la iglesia más pequeña del mundo, es un testimonio de la habilidad y la dedicación de los constructores.
Además de la capilla, el Castillo de Colomares alberga un mausoleo vacío, que simboliza el viaje final de Colón a la eternidad tras su cuarto viaje a América. Este detalle añade una capa adicional de significado y profundidad al monumento, que invita a reflexionar sobre la vida y el legado del famoso explorador.