Este edificio histórico, de estilo neomudéjar, es conocido por su arquitectura singular y su relevancia cultural en la ciudad.
Historia
La Casa de Félix Sáenz fue construida a finales del siglo XIX, entre los años 1889 y 1890, por encargo del industrial Félix Sáenz, quien quería una residencia que reflejara su posición social y económica. El edificio fue diseñado por el arquitecto Jerónimo Cuervo González, quien se inspiró en el estilo neomudéjar, caracterizado por elementos arquitectónicos islámicos y mudéjares.
Arquitectura
La arquitectura de la Casa de Félix Sáenz destaca por su originalidad y su belleza. El edificio presenta una fachada ricamente ornamentada, con detalles neomudéjares como arcos de herradura, azulejos decorativos, balcones de hierro forjado y una torre mirador con una cúpula de cerámica vidriada.
En su interior, la casa cuenta con una distribución tradicional de viviendas de la época, con espacios amplios y luminosos, techos altos y suelos de mármol y mosaico. Destacan también las escaleras de mármol, las puertas y ventanas de madera tallada y los detalles decorativos de estilo modernista.
Importancia Cultural
La Casa de Félix Sáenz es considerada un importante ejemplo de arquitectura neomudéjar en Málaga y un símbolo del auge económico y cultural de la ciudad a finales del siglo XIX. El edificio ha sido objeto de diversas restauraciones y conserva gran parte de su estructura original, lo que lo convierte en un testimonio vivo de la historia y la arquitectura de Málaga.
Estado Actual y Uso
En la actualidad, la Casa de Félix Sáenz sigue siendo una residencia privada y no está abierta al público. Sin embargo, su fachada es uno de los lugares más fotografiados y admirados del centro histórico de Málaga, y es posible contemplar su belleza paseando por las calles cercanas.