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Puente de Ortegícar

El arco principal, con una luz de 4,47 metros, está flanqueado por un pretil en cada lado, proporcionando seguridad y estilo a esta estructura histórica. La construcción destaca por la fusión de mampostería irregular y argamasa con ladrillo, una técnica tradicional que le confiere su carácter robusto y perdurable. Aunque modernas reparaciones han dejado su marca en forma de hormigón de cemento que cubre parte del antiguo aparejo, la esencia histórica del puente permanece intacta.

Sobre el puente, una calzada de cantos rodados de 3,50 metros de anchura se despliega, abriéndose al finalizar el pretil. Este detalle nos invita a imaginar las numerosas caravanas y viajeros que, a lo largo de los siglos, han transitado por este sendero, una ruta medieval que nos transporta a épocas de comercio y descubrimientos.

El paraje en el que se encuentra el puente es un auténtico remanso de paz. Su entorno natural, pintoresco y sereno, convida a la relajación y a la contemplación sin prisas. Cada piedra del puente y cada canto rodado de su calzada narran historias de antaño, mientras el río Guadalteba fluye, sereno, bajo sus arcos.

Un Paseo por la Historia y la Naturaleza

Visitar el Puente de Ortegícar es una experiencia que va más allá de la simple observación de una estructura antigua. Es un viaje al corazón de la historia nazarí, un encuentro con la arquitectura medieval y una inmersión en un entorno natural de incomparable belleza. Este puente no solo conecta dos orillas, sino también el pasado con el presente, ofreciéndonos un sendero de interés paisajístico y cultural.

Precios

Adultos

Gratis

Niños (3-7años)

Gratis

-2 años

Gratis

C/ Nombre de la calle nº0 0000, Población, Ciudad