La historia de este mausoleo se remonta a 1908, cuando Carmen Giménez encargó a Benlliure la construcción de un panteón-capilla para su familia. La obra, terminada en 1914, se erigió originalmente en el cementerio municipal de Cabra. Sin embargo, en 1930, parte del mausoleo fue trasladado a la Fundación Escolar Térmens, fundada por la vizcondesa.
Tras el fallecimiento de Carmen en 1938, sus restos fueron depositados en el mausoleo, cumpliendo así su voluntad expresada en su testamento. Desde entonces, el monumento ha permanecido en la sede de la fundación, gestionado por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
El mausoleo, esculpido en mármol de Carrara, presenta una composición elegante y conmovedora. En él, se representan las figuras yacentes de la vizcondesa y sus padres, presididas por una figura femenina que esparce flores. Las paredes están adornadas con obras en bronce de Benlliure, y en un lado se encuentra un altar con la figura de la Virgen del Carmen en mármol.
La importancia histórica y artística de este monumento llevó al Ayuntamiento de Cabra a iniciar acciones para su conservación y apertura al público. Se prevé su inclusión como Bien de Interés Cultural, así como la realización de trabajos de restauración y limpieza.