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Convento de San Francisco

El convento fue erigido a petición de la propia villa de Cañete la Real, que cedió unas casas pertenecientes al duque de Alcalá, Fernando Enríquez de Ribera y Girón, para albergar a los franciscanos mientras se construía un edificio más adecuado. Fray Diego de la Cruz tomó posesión del convento el 29 de enero de 1624, y pocos meses después, el 16 de mayo del mismo año, el arzobispo de Sevilla, Luis Fernández de Córdoba, autorizó el traslado al nuevo emplazamiento, según se documenta en el Diccionario Geográfico de España de Tomás López, conservado en la Biblioteca Nacional.

Descripción del Convento: Un Ejemplo de Arquitectura Barroca

El convento constaba de dos cuerpos arquitectónicos diferenciados. La iglesia, construida a principios del siglo XVII, es un impresionante ejemplo de ladrillo y mampostería, mientras que un pequeño claustro de planta cuadrada, adosado a la iglesia, desapareció en la década de 1970.

La iglesia presenta una planta de cruz latina, con una nave central cubierta por bóvedas de medio cañón con arcos fajones y lunetos. En el crucero, las pechinas decoradas con escudos de armas de la villa, rodeados de tornapuntas y acantos, ofrecen un toque decorativo que se extiende a la cubierta del presbiterio. La decoración del crucero muestra un estilo más austero de la primera mitad del siglo XVII, mientras que la decoración de la capilla mayor refleja el estilo final del siglo XVII y comienzos del XVIII, vinculado a talleres como el del camarín de la Virgen de la Victoria en Málaga.

En el exterior, la iglesia se distingue por su fachada de mampostería y ladrillo, enmarcada por contrafuertes y rematada por una esbelta espadaña. La portada adintelada, coronada por un frontón triangular con pirámides, presenta un arco de herradura moldurado que contrasta con la sencillez de la estructura, indicando una posible reforma posterior. La fachada guarda similitudes con la del convento de la Trinidad en Carmona y las Capuchinas de Sevilla, sugiriendo influencias y reformas en su diseño.

El convento también contaba con un pequeño claustro cuadrangular, de mediados del siglo XVIII, con arcos en cada lado y vanos adintelados en el piso superior. Este claustro, que se encuentra en buen estado de conservación, podría ser ideal para futuros fines culturales.

Vida en el Convento: Un Refugio de Paz y Labor

Durante su apogeo, el convento albergaba entre 18 y 20 religiosos de la orden de los franciscanos. Estos se sostenían de las rentas y limosnas del pueblo y mantenían un huerto conocido hoy como el Patio de los Frailes. Este huerto proporcionaba a los frailes los recursos necesarios para sus labores diarias y añadía una dimensión agrícola a su vida monástica.

Precios

Adultos

Gratis

Niños (3-7años)

Gratis

-2 años

Gratis

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