Situado en la avenida de La Raza, dispone de una exposición permanente de 1 600 m², instalada en dos naves, herencia de la exposición Iberoamericana de 1929, y que han sido rehabilitadas para tal fin. Dispone varias salas con contenidos referidos al Puerto de Sevilla y las señales marítimas.
La exposición constituye un recorrido por el puerto de Sevilla, tanto en el concepto histórico como físico. Desde una referencia a fenicios y romanos, pasando por los siglos del descubrimiento de América, las imágenes, los elementos que la integran, hasta mostrar la situación actual.
Es además un recorrido físico porque se simula el puerto en su interior, desde su inicio en el océano Atlántico (Chipiona), la ría navegable, hasta el recinto de operaciones de Sevilla. Los elementos que integran la exposición son en su gran mayoría piezas de patrimonio industrial, que muestran una exposición permanente de señales marítimas del sistema portuario español y donde se pueden tocar bolardos, contenedores, muelles, entrar en la cabina de una grúa, enormes linternas de faros o, pulsando los botones de un panel interactivo, conocer las modificaciones que se han producido en la vía navegable para pasar de sus 120 km en el siglo XVIII hasta los 90 km actuales, en el tiempo y el espacio.
Está organizada en torno a varias salas que muestran la historia del puerto, desde los orígenes más remotos del mismo, pasando por su época medieval hasta la primera mitad del siglo XX, momento en el que el puerto experimenta una gran expansión. Las últimas salas recrean el dominio que el hombre, a partir de los primeros años del siglo XX, ejerció sobre el cauce del río Guadalquivir, terminando con una muestra del futuro del puerto actual.